La guanábana como un poderoso antioxidante con propiedades que van más allá de la curación del cáncer. Se menciona que la guanábana, también conocida como graviola, contiene acetogeninas que pueden inhibir selectivamente el crecimiento de células cancerígenas y tumorales. Se explica que las acetogeninas presentes en la guanábana, principalmente en las hojas, son derivados de ácidos grasos de cadena larga que actúan directamente sobre las células cancerosas, destruyéndolas selectivamente sin dañar las células y tejidos sanos. Además, se menciona que estas sustancias elevan el sistema inmunológico.
Se enumera varias condiciones para las que se ha utilizado la guanábana, incluyendo diabetes, raquitismo, catarros, indigestión y parasitosis. Se destaca que todas las partes de la planta, incluyendo la corteza, hojas, raíces y fruto, son utilizadas en la medicina natural.
Se menciona que las acetogeninas anonáceas han sido ampliamente estudiadas desde 1940, inicialmente como insecticida. Se destaca que los científicos quedaron impresionados por su amplio poder sin causar efectos nocivos en animales y humanos, lo que llevó a investigaciones sobre sus efectos en el ser humano.